miércoles, 25 de junio de 2008

miércoles, 18 de junio de 2008

La pista de baile



Música que fue celestial,

ahora es dolor de cabeza.

Cuántos vals se bailaron con ella,

cuántas risas se escucharon,

cuántas...

Cómo era posible que un espacio tan pequeño
cupiera tanta música,
cómo era posible que un lugar
tan escaso
hubiera tanta gente,
como fue posible....
Sigue la música, sigue...

Notas recolectadas de los afables ángeles
que retumban en las escasas paredes,
allí en el medio la veo, bailando.

Ya sólo queda ella y sigue
bailando,
tarareando
una canción infinita,
girando en el medio de la pista,
haciendo volar su harapiento atuendo,
girando, girando, girando...
Sonrisa clavada a estaca,

maquillaje licuado en su cara,
cristales rotos en su mirada,
belleza desfigurada...
Y sigue bailando, girando y tarareando
una canción infinita,
mientras gira, las sedas y tules
de su vestido de princesa
caen putrefactos al inmundo suelo,
de la triste y abandonada
pista de baile.
Pero seguirá bailando
con su sonrisa clavada a estaca.
su maquillaje licuado en su cara
y en sus ojos su alma cristalizada.

martes, 17 de junio de 2008

Miserias de rumiante

Boca envenenada con tus enclenques palabras,
no te escucho ni quiero hacerlo,
ya me ha llegado.
Hablarás y seguirás hablando pero no pienso escucharte,
ya me ha llegado.

Paupérrima empatía de la que haces gala.
Qué habrá en tu ombligo que tanto admiras,
levanta la cabeza y empieza a comer tus miserias
que esperan, esperan y esperarán
a que abras tu mísera boca
para convertirte en un simple animal rumiante.
No me alegro de tus males,
no me alegro de tus penas
pero ya no me das pena.
Ten cuidado o caerás de tu trono de naipes
rebozándote en los fluídos secretales
expulsados por tus impúdicos poros.

Ya está, ya pasó todo
cuando hagas sin pedir nada a cambio,
cuando hagas y no lo eches en cara,
volveré a escuchar
tus miserias de rumiante.

viernes, 6 de junio de 2008

Anquilosada muñeca

Muert@ en vida
muerte en el fin y en el principio,
tertulia inacabada,
el silencio no puede todo,
te roba las palabras,
las desgarra de tu garganta,
te duele pero no dices nada.
Sus ojos se clavan en tu esencia
y no vales nada,
anquilosada muñeca de trapo
no gimotees recias lágrimas,
muñeca desmedrada,
sólo estás muerta en vida.

lunes, 2 de junio de 2008

Todo es nada



Miro por la ventana y todo es gris,
cierro los ojos y todo es negro,
cuando estás ahí todo es nada.
Mentiras que surgen cuando hablas,
verdades que dices cuando callas.
Silencios, palabras, cuentos...
Necesidad de gritar,
necesidad de llorar,
necesidad de leer entre líneas
cosas que no están escritas,
necesidad de que no olvide
lo que ya no recuerdo,
simplemente necesidad.
Mentiras rebozadas de verdad,
felicidad de vivir en la ignorancia,
sentimientos rellenos de egoísmo.
Todo sigue igual,
nada cambia, todo sigue igual
cuando te veo todo es nada,
cuando te siento ya es tarde.

Una historia que es un recuerdo

Recuerdo una historia, una historia que es un recuerdo. Cuando pienso en ella, la imagino en blanco y negro, una historia de amor que no tuvo un final de cuento de hadas, tuvo un final real como la vida misma, que te da y te quita sin pedirte permiso.
Todo sucedió hace mucho tiempo, en un lugar que está muy lejos de aquí, dos personas se enamoraron. Pertenecían a mundos diferentes pero se enamoraron, lucharon por su amor, todo estaba en contra, les dijeron que no íba a funcionar que Ella no le merecía a Él, que se merecía una princesa, pero su princesa era Ella. No les importó lo que dijeran y se casaron, por esto, Él lo perdió todo, no le importó porque la tenía a Ella, su princesa.
La familia de Él la maldijo por haberles robado a su principe, no entendieron por que una plebeya, una simple bailarina pudo robarle el corazón a su niño, la familia pensaba que Ella había utilizado malas artes para embrujarlo y lo perdieron.
Ellos se fueron a vivir al país de Ella, el país de la alegría y el sol, tuvieron momentos felices, Él nunca se arrepintió de haber perdido todo por su amor, un amor que cada día que pasaba se hacía más fuerte y más bonito, pero la felicidad no es eterna.
Pasó el tiempo, quizás no fue mucho, Ella cayó enferma y murió, Él quedó solo y su amor murió con ella.
Tras la muerte de su amor, tuvo que cuidar a sus hijos, pero no era lo mismo Ella no estaba para ayudarlo ya no tenía su bonita sonrisa para animarlo tras una jornada agotadora, Él había vivido el éxito, el amor y la felicidad a su lado pero ya no estaba para ayudarle, la maldijo por haberlo dejado solo, por abandonarlo....
La soledad envejeció su rostro y se volvió a casar pero no era Ella, no era su princesa aquella que cuando entraba en un sitio todo el mundo la miraba porque iluminaba el lugar, no era aquella que cuando sonreía lo hacía con el alma. La otra era diferente se creía una princesa.
Esta no trataba bien a los hijos de Ella y Él, y todo fue mal. Aquellos momentos de luz y felicidad se conviertieron en tristeza y amargura hasta que Él volvió a ser feliz, cuando se reunió con Ella, su amor, su princesa.
Esta historia es un recuerdo que me han contado desde pequeña, siempre me la imagino en blanco y negro con un final real no de cuentos de hadas.