miércoles, 18 de junio de 2008

La pista de baile



Música que fue celestial,

ahora es dolor de cabeza.

Cuántos vals se bailaron con ella,

cuántas risas se escucharon,

cuántas...

Cómo era posible que un espacio tan pequeño
cupiera tanta música,
cómo era posible que un lugar
tan escaso
hubiera tanta gente,
como fue posible....
Sigue la música, sigue...

Notas recolectadas de los afables ángeles
que retumban en las escasas paredes,
allí en el medio la veo, bailando.

Ya sólo queda ella y sigue
bailando,
tarareando
una canción infinita,
girando en el medio de la pista,
haciendo volar su harapiento atuendo,
girando, girando, girando...
Sonrisa clavada a estaca,

maquillaje licuado en su cara,
cristales rotos en su mirada,
belleza desfigurada...
Y sigue bailando, girando y tarareando
una canción infinita,
mientras gira, las sedas y tules
de su vestido de princesa
caen putrefactos al inmundo suelo,
de la triste y abandonada
pista de baile.
Pero seguirá bailando
con su sonrisa clavada a estaca.
su maquillaje licuado en su cara
y en sus ojos su alma cristalizada.

1 comentario:

Barfly dijo...

Muy bonito el texto, me ha gustado mucho.

Me das permiso para que lo mande para cierta revista a publicar en Agosto?. Puede ser bajo seudónimo.